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El panorama de la tecnología de conducción autónoma sigue evolucionando y adaptándose a las regulaciones legales. En este contexto, Mercedes-Benz ha logrado obtener la aprobación de los reguladores en California y Nevada para el uso de luces azul turquesa en sus vehículos, indicando los modos de conducción autónoma.
Este color distintivo, visible en la parte frontal, lateral y trasera del automóvil, forma parte del sistema «Drive Pilot» de Mercedes, diseñado para la conducción autónoma condicional.
Las luces azul turquesa tienen la intención de señalar a peatones y otros conductores que el vehículo está bajo control completamente autónomo. Este enfoque aborda el desafío de determinar si un vehículo está siendo conducido por un humano o por un algoritmo, lo que contribuye a mejorar la seguridad y la comunicación en la carretera.
La elección del color es deliberada, asegurando una diferenciación con los colores de luces tradicionales en los vehículos, como el blanco para los faros, rojo para las luces de freno y ámbar para las señales de giro. El color azul turquesa es distintivo y no se superpone con los tonos utilizados por los vehículos de emergencia.
El sistema «Drive Pilot» de Mercedes actualmente tiene la aprobación para su uso en California y Nevada, donde ha sido sometido a pruebas exhaustivas. Este sistema permite a los conductores experimentar una autonomía condicional, especialmente en atascos de tráfico en autopistas específicas. Aunque la tecnología permite a los conductores relajarse un poco, aún requiere que se mantengan vigilantes.
A partir de principios de 2024, las luces azul turquesa se presentarán en los modelos Mercedes S-Class y EQS, marcando un paso notable en la comunicación visual de las capacidades de conducción autónoma. Si bien esta innovación contribuye a la seguridad vial y la claridad en escenarios de conducción autónoma, actualmente está limitada a los estados de California y Nevada.
