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Hace solo unos años, el término «mini» en el mundo de la tecnología solía evocar dispositivos verdaderamente compactos. Aquellos que buscaban un teléfono pequeño, fácil de manejar con una sola mano y que cupiera cómodamente en cualquier bolsillo, solían optar por las versiones «mini» de los teléfonos insignia.
Estos dispositivos, por lo general, tenían pantallas que rondaban las 5.4”, como en el caso del iPhone 13 mini. Sin embargo, la evolución tecnológica y las nuevas expectativas de los usuarios han redefinido por completo lo que significa «mini» en la actualidad.
Ahora, vivo ha presentado la serie vivo X200, que está formada por varios modelos, entre ellos el vivo X200 Pro mini. Lo sorprendente de este smartphone es que, a pesar de la etiqueta «mini», tiene una pantallas de 6,3 pulgadas, lo que hubiera sido considerado un tamaño enorme hace solo unos años.
La evolución de las pantallas: De compactas a colosales
El aumento del tamaño de las pantallas de los smartphones ha sido un fenómeno progresivo, impulsado tanto por la demanda de los usuarios como por los avances en la tecnología de pantallas.
Hace una década, teléfonos como el iPhone 4 (con su pantalla de 3.5”) o el Samsung Galaxy S III Mini (4.0”) representaban lo que era «mini» en el mundo de los smartphones. Estos dispositivos eran ideales para quienes buscaban portabilidad y practicidad.
iPhone 4
Sin embargo, a medida que los teléfonos comenzaron a incorporar funcionalidades más avanzadas —mejor calidad de cámaras, más capacidades para videojuegos, y una mayor dependencia de las plataformas de video y redes sociales — la demanda por pantallas más grandes se hizo evidente.
Al mismo tiempo, la reducción de los bordes alrededor de la pantalla permitió que los fabricantes aumentaran el tamaño de las pantallas sin hacer que los dispositivos fueran mucho más voluminosos.
Si miramos la tendencia, es probable que los smartphones continúen aumentando el tamaño de sus pantallas, aunque podríamos llegar a un límite práctico. En la actualidad, las pantallas plegables y enrollables están en desarrollo para ofrecer más espacio visual en dispositivos que aún puedan ser guardados en el bolsillo. Sin embargo, el reto sigue siendo encontrar un balance entre comodidad y funcionalidad.