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La inteligencia artificial ha sido motivo de controversia recientemente, particularmente en relación con la última versión de ChatGPT, construida sobre el modelo GPT-4 de OpenAI. Los usuarios han expresado su descontento debido a que el chatbot parece negarse a cumplir peticiones o no muestra interés en responder preguntas.
Algunos usuarios han reportado que al solicitar un fragmento de código, el chatbot proporciona información mínima y luego instruye a los usuarios a completar el resto. Algunos comentarios incluso señalan respuestas con un tono sarcástico, indicando a las personas que son perfectamente capaces de realizar el trabajo por sí mismos.
Estas quejas han proliferado en hilos de Reddit y foros de desarrolladores de OpenAI, donde se ha señalado que el sistema se ha vuelto menos útil. Algunos especulan que este cambio pudo haber sido intencional por parte de OpenAI para que ChatGPT sea más eficiente y no proporcione respuestas extensas.
Sin embargo, OpenAI ha respondido a estas inquietudes, asegurando que no se han realizado cambios en el modelo desde el 11 de noviembre y que este comportamiento no es intencional. La compañía reconoce los comentarios de los usuarios y ha afirmado estar investigando para solucionar esta situación.
El hecho de que una inteligencia artificial como ChatGPT pueda cambiar su comportamiento de manera impredecible ha generado debate sobre la fiabilidad de estos sistemas y plantea la incertidumbre sobre si realmente ha habido una alteración en la forma en que responde a las consultas.
Este episodio ocurre en un momento tumultuoso para OpenAI, tras la salida forzada y posterior regreso del director ejecutivo, Sam Altman, lo que ha añadido más incertidumbre sobre el futuro de la empresa.