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Un equipo de cirujanos ha logrado realizar una operación a un cerdo que se encontraba a 9.300 kilómetros de distancia, utilizando un mando de videojuegos.
Esta intervención pionera, llevada a cabo por médicos en Suiza, consistió en una endoscopia realizada en Hong Kong, lo que marca un importante avance hacia la posibilidad de realizar cirugías remotas en humanos, especialmente en lugares donde no hay cirujanos expertos disponibles localmente.
Hoy en día, muchas cirugías ya se realizan de forma «remota», en cierto sentido. En procedimientos como una colonoscopia, por ejemplo, el médico no está directamente involucrado en manipular el interior del paciente, sino que utiliza una cámara y herramientas especializadas para guiar sus movimientos.
Si ya es posible transmitir instrucciones a través de una pantalla en una sala de operaciones, ¿por qué no hacer lo mismo, pero desde otro continente? Esta fue la pregunta que se plantearon científicos de la Universidad China de Hong Kong (CUHK) y el Instituto Federal Suizo de Tecnología de Zúrich (ETH Zurich), quienes llevaron este concepto a un nivel completamente nuevo.
Cómo se llevó a cabo la cirugía
En esta prueba, los científicos emplearon un sistema robótico y un endoscopio magnético para llevar a cabo la operación en Hong Kong. Este dispositivo se conectó a través de un protocolo WebSocket, que permitió la transferencia de datos en tiempo real hacia una consola de control ubicada en Zúrich, Suiza.
El cirujano suizo visualizaba el procedimiento mediante transmisión de video en directo y controlaba el endoscopio utilizando un mando de videojuegos.
La operación se realizó en un cerdo sedado y, durante el procedimiento, el cirujano fue capaz de doblar el endoscopio hasta lograr un giro de 180 grados. Incluso, se tomó una biopsia de tejido de la pared estomacal del animal. A pesar de la enorme distancia, la latencia se mantuvo por debajo de los 300 milisegundos, lo que permitió que el médico respondiera en casi tiempo real.
Implicaciones para el futuro de la cirugía
El éxito de este experimento abre la puerta a la posibilidad de realizar cirugías remotas en humanos en el futuro cercano. Ya existen robots que asisten a los cirujanos en procedimientos delicados, especialmente en órganos complejos como el corazón y los ojos. La meta a largo plazo es ayudar a pacientes que viven en zonas remotas o rurales donde no hay especialistas disponibles para realizar operaciones complejas.
Esta tecnología también podría ser útil en situaciones extremas, como la realización de cirugías en astronautas durante misiones espaciales, un escenario en el que los recursos médicos locales son imposibles de proporcionar.