Qualcomm quiere adquirir Intel: Ya le ha lanzado el anzuelo
En los últimos días, Qualcomm ha iniciado conversaciones con Intel, uno de sus competidores directos en la industria de los semiconductores, para explorar la posibilidad de adquirir a la emblemática empresa del Silicon Valley.
Según fuentes cercanas a las negociaciones, estas conversaciones aún son confidenciales y no se ha presentado una oferta formal por parte de Qualcomm.
A pesar del acercamiento, la adquisición se enfrenta a numerosos desafíos. Uno de los principales sería la supervisión regulatoria, ya que tanto Qualcomm como Intel son actores clave en la industria tecnológica y de semiconductores.
Cualquier intento de compra probablemente sería examinado a fondo, considerando el impacto que tendría en la seguridad nacional, dada la importancia de las operaciones de ambas empresas para la defensa y la competitividad de Estados Unidos en la producción de chips.
Además, un posible acuerdo podría implicar que Qualcomm se vea obligada a hacerse cargo de la división de fabricación de Intel, un negocio que se enfrenta actualmente a muchas dificultades. Sin embargo, no está claro si Qualcomm estaría interesada en asumir este reto, dado que tradicionalmente ha evitado operar fábricas y se ha centrado en el diseño de chips.
Un acuerdo costoso y complicado
El coste de una eventual adquisición también sería significativo. Intel ha visto una caída del 40% en el valor de sus acciones en el último año, lo que ha dejado su capitalización de mercado en aproximadamente 93.000 millones de dólares.
Por otro lado, Qualcomm, que ha experimentado un crecimiento del 55% en sus acciones, tiene un valor de mercado de 169.000 millones de dólares. Este contraste en las valoraciones financieras subraya la complejidad de la operación.
Ambas compañías han decidido no hacer comentarios sobre los rumores, aunque el diario The Wall Street Journal ya había informado sobre el acercamiento por parte de Qualcomm.
Intel: De gigante tecnológico a empresa en declive
Hace una década, la idea de que un competidor intentara adquirir Intel habría sido impensable. Sin embargo, los últimos años no han sido favorables para la empresa. Problemas en la gestión y decisiones tecnológicas fallidas han debilitado lo que alguna vez fue una de las compañías más poderosas del Silicon Valley.
Intel no logró aprovechar la revolución de los teléfonos móviles, un sector en el que Qualcomm se ha consolidado como líder con sus chips utilizados por grandes fabricantes. Además, Intel también ha quedado rezagada en el campo de la inteligencia artificial, donde su competidor Nvidia ha dominado con el desarrollo de chips especializados para centros de datos.
Otro golpe para Intel fue la pérdida de su liderazgo en la fabricación de semiconductores, un área en la que antes se destacaba. Hoy, la taiwanesa TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company) ha tomado la delantera tecnológica, poniendo a Intel en una posición vulnerable.
Los problemas de Intel quedaron aún más evidentes en agosto, cuando la empresa anunció una pérdida trimestral de 1.600 millones de dólares y su decisión de eliminar 15.000 puestos de trabajo. Además, como parte de su reestructuración, Intel ha decidido pausar la construcción de nuevas plantas en Alemania y Polonia, a pesar de ser una de las mayores beneficiarias del financiamiento federal bajo la Ley CHIPS de Estados Unidos.
Las ventajas estratégicas para Qualcomm
A diferencia de Intel, Qualcomm nunca ha gestionado fábricas, lo que le ha permitido concentrarse en el diseño de chips y evitar los altos costos asociados con la fabricación. Por ello, cualquier interés de Qualcomm probablemente se centraría en las operaciones de Intel relacionadas con el diseño de chips, así como en su experiencia en software y distribución de PC.
Patrick Little, ex ejecutivo de Qualcomm y actual CEO de la startup de semiconductores SiFive, opina que Qualcomm podría aprovechar esta adquisición para acelerar su estrategia en esos ámbitos. Según Little, «son áreas en las que Qualcomm tendría que avanzar por sí sola con el tiempo, pero trabajar con Intel o adquirir parte de la empresa podría acelerar ese proceso».