¿Recuerdas cuando había que pagar por actualizar iOS en algunos dispositivos?

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Estamos acostumbrados a que la actualizaciones de software sean gratuitas, pero hubo en la época en la que actualizar iOS en algunos dispositivos tenía un coste.

En enero de 2008, Apple lanzó una actualización de su software para iPhone, que no tenía coste para los dueños de un iPhone, pero requería un desembolso de 19,99 dólares para los usuarios de iPod touch.

Más tarde, a mediados de 2008, Apple lanzó iPhone OS 2 (por aquella época aún no se llamaba iOS), su segunda versión importante del sistema operativo móvil. Fue la primera versión compatible con apps de terceros a través de App Store.

En el evento de lanzamiento, Steve Jobs anunció que esta actualización era gratuita para los iPhone, pero, de nuevo, tenía un coste de 9,95 dólares para los dueños del iPod touch. Lo mismo ocurrió con algunas versiones posteriores de iPhone OS, que conllevaban un coste para los propietarios del iPod touch.

 

¿Por qué cobraba Apple por actualizar iOS?

Por extraño que parezca, Apple no tenía más remedio que cobrar por la actualización de software del iPod touch, según las reglas contables vigentes.

«Es un requisito contable que si actualizas un dispositivo que no está en una suscripción, tienes que cobrar», explicaba entonces el analista financiero de Needham and Company, Charles Wolf. «Apple puede elegir qué cobrar, pero tiene que cobrar».

En aquella época, Apple reconocía los ingresos del iPhone (y el Apple TV) sobre la base de una suscripción.

Según la presentación trimestral del 1 de febrero de 2008 de la compañía ante la Comisión del Mercado de Valores, «tanto para el Apple TV como para el iPhone, [Apple] indicó que podría proporcionar de vez en cuando futuras funciones no especificadas y productos de software adicionales de forma gratuita a los clientes».

Por lo tanto, las ventas del Apple TV y del iPhone se reconocían contablemente bajo una modalidad de suscripción, pero ese no era el caso con los iPod touch y, por ello, tenía que cobrar por actualizar.

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