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A principios de semana escuchamos que Samsung podría retrasar el envío de nuevos Galaxy Note 7 a causa de los informes sobre baterías que habían explotado. Aparentemente esta información no iba desencaminada ya que Samsung ha confirmado que está inspeccionando dispositivos junto a sus socios.
Según una fuente anónima de Samsung citada por la agencia Yonhap News de Corea, este problema no está lo suficientemente extendido como para que los usuarios actuales deban preocuparse.
Según esta fuente, «los productos con una batería problemática son menos de un 0,1% del total de dispositivos vendidos.» Actualmente no sabemos las cifras exactas de ventas del Galaxy Note 7, pero sabemos que ha sido uno de los smartphones más reservados de la historia.
Además de la confirmación de que se está llevando a cabo una inspección, el informe de Yonhap no descarta la posibilidad de que los Galaxy Note 7 deban ser retirados y cambiados.
Según esta fuente, «no tenemos intención de retrasar (el anuncio) o esconder (el resultado de la investigación). La decisión se tomará teniendo en cuenta el máximo beneficio del consumidor.» Por el momento Samsung no ha reconocido públicamente esta posibilidad.
Las declaraciones oficiales de Samsung respecto a los retrasos en los envíos es la siguiente:
En respuesta a preguntas sobre el Galaxy Note7, estamos llevando a cabo una inspección minuciosa con nuestros socios. Compartiremos los resultados tan pronto como sea posible. Samsung está totalmente comprometido con proporcionar los productos de más alta calidad a sus consumidores.
Os mantendremos informados de los avances que sucedan en esta investigación. Por el momento, nuestro Galaxy Note 7 sigue sano y salvo. | Fuente: Sammobile