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Samsung se enfrenta a una demanda colectiva debido a un posible defecto de fabricación de la serie Galaxy S20.
Como quizás recuerdes, cuando la serie Galaxy S20 fue lanzada hace un año, hubo quejas de usuarios por un posible defecto de diseño del Galaxy S20 que provocaba la rotura del cristal de la cámara trasera.
Lo que hizo que este problema fuera mucho más extraño fue el hecho de que, aparentemente, el cristal que cubría la cámara principal se rompía sin que se aplicara ninguna fuerza sobre él. Los teléfonos afectados no se habían caído accidentalmente, sino que el cristal se rompía por sí solo.
En un principio, Samsung no hizo ningún comentario sobre el problema, pero a medida que se daban más casos, la empresa reconoció que el problema se debía a la presión interna, según afirma el bufete de abogados Hagens Berman.
Al parecer, la acumulación de partículas extrañas bajo el cristal provoca una menor tolerancia y una mayor probabilidad de que el cristal se rompiera bajo presión.
El bufete ha presentado una demanda colectiva contra Samsung porque la empresa ha ignorado el problema y se ha negado a cubrirlo en garantía. Los propietarios del Galaxy S20 que han sufrido este problema han tenido que pagar de su bolsillo la sustitución del cristal.
El bufete de abogados cree que los clientes no deberían pagar por el diseño defectuoso de Samsung y que los propietarios del Galaxy S20 merecen ser compensados.
Hagens Berman anima a los propietarios del Galaxy S20 que piensen lo mismo y que se les haya roto el cristal de la cámara, a rellenar un formulario en su página web para obtener una compensación si un juez estadounidense así lo dictamina.