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No ha pasado mucho tiempo antes de que los primeros aficionados se hayan aventurado a abrir la carcasa del último teléfono de Samsung. Al parecer, el gigante tecnológico surcoreano ha avanzado notablemente en cuanto a las capacidades de refrigeración de su dispositivo y, lo más importante, en cuanto a su facilidad de reparación.
Como era de esperar, es un dispositivo compacto con poco o ningún espacio libre. A juzgar por lo que revela el interior, Samsung ha puesto un énfasis particular en la refrigeración, con una cámara de vapor más grande, probablemente diseñada para lidiar con el calor adicional del nuevo Snapdragon 8 Gen 3.
Acceder a la placa base es relativamente sencillo después de retirar algunos tornillos, cables flexibles y ensamblajes de altavoces. También es notable que la batería de 5.000 mAh es relativamente fácil de reemplazar, ya que viene con una tira de cinta diseñada para extraer la unidad de su carcasa.
PBKReviews le otorgó una puntuación muy buena en términos de su facilidad general de reparación. Adopta un enfoque bastante similar al S23 Ultra del año pasado, y es una buena señal de que Samsung no se está alejando de esta filosofía de diseño modular.
Samsung destacó el nuevo marco de titanio y la pantalla plana del Ultra, así como la protección Corning Gorilla Armor para la pantalla. Esto debería significar que el teléfono está un poco más protegido estructuralmente que los modelos anteriores de la serie Galaxy.
PBKreviews realizó algunas pruebas de caídas y arañazos, y el nuevo marco de titanio resistió bastante bien. El Gorilla Armor se salvó en su mayoría de los arañazos, aunque se agrietó después de una caída. El mayor beneficio del nuevo Corning podría ser que es mucho menos reflectante que los protectores de la marca Corning anteriores.