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Tras una caída de su valor en bolsa de más del 50% en solo tres meses, Elon Musk decidió hablar directamente con los empleados de Tesla para tranquilizarlos ante lo que calificó como «una tormenta pasajera».
En una reunión interna transmitida públicamente a través de la red social X, Musk reconoció con humor la avalancha de noticias negativas en torno a la empresa. “Si prestas atención a las noticias, parece que estamos viviendo el Apocalipsis”, señaló, entre risas.
Durante su intervención, Musk utilizó un tono jocoso para hacer frente a los recientes ataques hacia Tesla, incluyendo incidentes de vandalismo contra vehículos y estaciones de carga. «Entiendo si no quieren comprar nuestro producto, pero quemarlo me parece exagerado», ironizó.
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Estos actos vandálicos, principalmente en EE.UU. y Europa, han surgido en respuesta al polémico vínculo entre Musk y la administración del expresidente Donald Trump.
El magnate tecnológico reiteró su ya conocido discurso sobre la futura capacidad de conducción autónoma de los vehículos Tesla. Aunque admitió, autocríticamente, haber sido «como el niño que gritó que venía el lobo», insistió en que solo una actualización de software separa a sus autos eléctricos de una autonomía total.
Frente a la fuerte caída en el precio de las acciones, que llegaron a bajar desde su récord de 479,86 dólares hasta aproximadamente 240 dólares, Musk animó a empleados e inversores a mantener su confianza en la compañía. «Lo que quiero decirles es que mantengan sus acciones», afirmó categóricamente durante la reunión en Austin, Texas.
Uno de los factores clave detrás de la desaceleración en las entregas ha sido la suspensión temporal de la producción del Model Y, el vehículo más vendido de Tesla. Esta pausa responde a modificaciones en la línea de producción para introducir una versión rediseñada del popular vehículo eléctrico.
Musk recordó orgullosamente que el Model Y es actualmente «literalmente el coche más vendido del planeta». Además, adelantó que Tesla tiene planeado lanzar modelos más accesibles durante la primera mitad del año, aunque no brindó detalles específicos sobre estas nuevas propuestas.
El involucramiento de Musk en asuntos políticos, particularmente su relación con Trump, ha provocado serios daños a la imagen de Tesla. Ante esta situación, figuras políticas e incluso analistas financieros han instado al CEO a alejarse de estas controversias para enfocarse exclusivamente en la empresa.
Recientemente, Howard Lutnick, Secretario de Comercio, hizo una polémica intervención televisiva recomendando la compra de acciones de Tesla, señalando que «nunca volverán a estar tan baratas», comentario que desató críticas por posibles violaciones éticas.
En un ambiente más distendido durante la sesión de preguntas, Elon Musk mencionó que aunque tiene un enorme interés por fabricar aviones eléctricos supersónicos de despegue y aterrizaje vertical, su agenda está «demasiado ocupada». Dejó abierta, no obstante, la posibilidad futura: «Quizá en algún momento lo hagamos», manifestó el empresario, conocido por sus ambiciosas apuestas tecnológicas.