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Esta aplicación ha venido a ocupar un espacio sin ocupar en el mundo de la mensajería instantánea: el del envío de mensajes con fecha de caducidad. El funcionamiento es sencillo ya que basta con elegir una foto/vídeo o grabarlo en el momento, añadir algún texto o dibujo por encima, seleccionar a quién se lo quieres enviar y establecer el tiempo de caducidad (hasta 10 segundos).
El receptor de la foto tendrá que mantener pulsado un botón durante todo el «tiempo de vida» de la foto y no tendrá la posibilidad de hacer una captura de pantalla. De hecho, si lo intenta, el emisor recibirá una notificación para que conozca las intenciones del receptor.
Esta aplicación está empezando a popularizarse entre los jóvenes, especialmente los de menos de 25 años, y actualmente se intercambian más de 50 millones de fotografías al día (como referencia en Facebook se suben 300 millones de fotografías al día).
El uso que le están dando va desde fotos divertidas y declaraciones de amor hasta fotos más subidas de tono, todo ello animado por la fugacidad de estos mensajes, que no duran más de unos pocos segundos en la pantalla del receptor… salvo que el receptor sea más listo de lo que piensas. Existen formas de capturar las imágenes enviadas por Snapchat y saltar su protección si cuentas con un iPhone al que has hecho jail-break o un Android del que eres root, por lo que nadie debería utilizar este sistema para enviar imágenes que no quiera que su receptor pueda guardar.
En los últimos días ha surgido la noticia de que Facebook ha lanzado su propio servicio de intercambio de fotografías con caducidad: Poke. Por ahora sólo está disponible para iOS pero todo apunta a que pronto habrá una versión para Android. Resulta complicado predecir si el éxito de Snapchat o Poke será perenne o, como los propios mensajes, desaparecerá en poco tiempo…