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En 2011 la red PlayStation Network (PSN) fue atacada y, como consecuencia, el servicio fue interrumpido durante 24 días y se generó un gran revuelo sobre el tipo de información a la que los atacantes habrían tenido acceso. Sony restó importancia a los ataques y aseguró que no se había filtrado información sensible.
Ahora la Information Commissiones Office (ICO), entidad equivalente a la Agencia Española de Protección de Datos, ha determinado que Sony es responsable de no haber matenido su red actualizada y no haber empleado procedimientos adecuados. Como resultado, Sony UK ha sido multada con 250.000 libras, es decir, unos 300.000 euros, que resulta ser aproximadamente la mitad de la máxima multa posible para este tipo de delitos.
Sony ha manifestado que no está de acuerdo con esta decisión y ha declarado su intención de recurrir, especialmente dado que el ICO ha reconocido que Sony es la víctima y que no hay evidencias de que los atacantes tuvieran acceso a información de tarjetas de crédito.
Fuente: Uber Gizmo