¿Te molestan los ojos o te duele la cabeza al usar el móvil? Todo lo que debes saber

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Los smartphones se han convertido en una extensión de nosotros mismos, acompañándonos a todas partes y usándose para todo, desde la comunicación hasta el entretenimiento y el trabajo.

Pero, a medida que aumentamos nuestra exposición a las pantallas, también crece la preocupación por los efectos que estas pueden tener en nuestra salud ocular. Algunas personas experimentan dolores de cabeza, picor de ojos o, incluso, mareos, tras un uso prolongado de su smartphone, sin que muchas veces sepan a qué se deben estos problemas.

Una de las causas que puede estar detrás de estos síntomas es la Modulación por Ancho de Pulso (PWM, por sus siglas en inglés), que se utiliza para regular la luz de las pantallas OLED de muchos smartphones.

Entender cómo funciona y su impacto en nuestra salud ocular es crucial, especialmente para aquellos que pasan largas horas frente a estos dispositivos.

 

¿Qué es el PWM y cómo funciona en las pantallas de los smartphones?

La Modulación por Ancho de Pulso (PWM) es una técnica utilizada para regular el brillo de las pantallas LED, que están presentes en la mayoría de los smartphones actuales.

El PWM ajusta el brillo encendiendo y apagando la luz de la pantalla a una velocidad extremadamente alta. Cuanto más tiempo permanezca encendida la luz durante cada ciclo de encendido-apagado, mayor será el brillo percibido. Por el contrario, si la luz permanece apagada por más tiempo en cada ciclo, el brillo disminuye.

 

En caso de que te preguntes por qué no se reduce el brillo reduciendo la intensidad de la corriente, la razón está en las propiedades físicas intrínsecas de un diodo. Su brillo no puede atenuarse cambiando la intensidad de la corriente (mA) sin que ello afecte a la reproducción del color.

 

El problema del parpadeo y su impacto en la salud ocular

El parpadeo es inherente a la tecnología PWM. Aunque la mayoría de las personas no perciben este parpadeo a simple vista, el ojo humano es sensible a él a nivel subconsciente.

Cuando hablamos de parpadeo, existen dos factores que influyen: la frecuencia (período de tiempo encendido + apagado) y la modulación (diferencia entre el valor máximo y mínimo) del pulso.

Una frecuencia baja y una modulación alta hace que el cerebro tenga que trabajar más para procesar la imagen, lo que genera un estrés adicional. A frecuencias altas y modulaciones bajas, el parpadeo es menos perceptible y, por lo tanto, es menos probable que cause síntomas.

El estándar IEEE 1789 establece las combinaciones de frecuencia y modulación que son seguras (zona verde), tienen bajo riesgo (zona amarilla) de producir molestias o presentan cierto riesgo (zona blanca). No olvidemos que solo una minoría de la población es sensible a estos problemas, por lo que, incluso en la zona de riesgo, la mayoría de las personas no experimentan síntomas.

En la zona de riesgo, las personas con ojos sensibles pueden experimentar molestias como dolores de cabeza, picor de ojos, fatiga visual, e incluso mareos.

Algunos fabricantes como HONOR incorporan paneles con PWM de 3.840 Hz, lo que evita cualquier molestia por el parpadeo.

En el extremo contrario tenemos la serie Pixel 9, con una frecuencia de ∼240 Hz y una modulación de casi 100%, lo que supone riesgo de molestia. ¿Te gustaría mirar un estroboscopio que se enciende y se apaga constantemente? Los teléfonos Pixel actúan de la misma manera, pero con mayor frecuencia. Por ello, no es extraño leer en Internet comentarios de usuarios del Pixel que experimentan molestias.

Pixel 9 Pro según nuestras mediciones

 

¿Cuándo afecta más el problema?

Si el brillo de la pantalla está al máximo, no hay parpadeo, ya que los LEDs están encendidos todo el tiempo, por lo que con valores de brillo altos no se suelen producir molestias. El problema es que los paneles que incorporan los smartphones son cada vez más brillantes y, por tanto, rara vez se usa el móvil con el brillo al máximo.

A medida que disminuyen los niveles de brillo, aumenta la necesidad de frecuencias PWM más altas, ya que con tiempos de «apagado» más largos, el intervalo entre los tiempos de «encendido» debe ser lo suficientemente cortos como para mantener la apariencia estable de la luz parpadeante.

Por ello, las molestias se agravan por la noche o en condiciones de poca iluminación, que es cuando el brillo de la pantalla es más bajo.

 

Impacto en la salud ocular: ¿Por qué deberíamos preocuparnos?

El uso prolongado de dispositivos con bajas frecuencias de PWM puede resultar en una serie de problemas de salud ocular, entre ellos:

  1. Fatiga visual: El esfuerzo adicional requerido por el cerebro para procesar el parpadeo puede causar fatiga ocular. Esto se manifiesta en síntomas como dificultad para enfocar, visión borrosa y cansancio ocular.

  2. Dolores de cabeza: Los cambios constantes en la luminosidad que el cerebro percibe, aunque sean imperceptibles, pueden desencadenar migrañas o dolores de cabeza en personas sensibles.

  3. Mareos y náuseas: En casos extremos, el parpadeo constante a frecuencias bajas puede causar mareos y náuseas, similares a lo que algunas personas experimentan con el «mareo por movimiento».

  4. Irritación ocular: El uso prolongado puede provocar sequedad e irritación ocular, lo que puede empeorar con el tiempo si no se toman medidas preventivas.

 

¿Cómo protegerse?

Dada la importancia de la frecuencia de PWM para la salud ocular, es fundamental que los usuarios con ojos sensibles se informen sobre las especificaciones de los dispositivos antes de comprarlos, especialmente si pasan muchas horas al día frente a su smartphone.

Algunos fabricantes no proporcionan información sobre la frecuencia de PWM en sus dispositivos. Por ello, comenzando con el análisis del Pixel 9 Pro, nuestros análisis incluyen la medición de la frecuencia y modulación PWM con herramientas especializadas.

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Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
2 Comentarios
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  • Jota
    1 septiembre 2024 at 04:54

    Te agradezco enormemente este artículo y también que te hayas tomado la molestia de adquirir el equipamiento necesario para incluir datos sobre la frecuencia y la amplitud PWM de las pantallas de los dispositivos que vas a analizar de ahora en adelante.

    Dar visibilidad a este aspecto es la única manera de que los fabricantes se tomen la salud ocular en serio. Por eso son tan importantes pasos como el que has dado. Por otro lado, la información que aportes nos resultará de gran utilidad a los que somos sensibles al parpadeo de las pantallas OLED

    Yo nunca había tenido problemas en este sentido hasta que recientemente adquirí el Pixel 9 Pro XL. Desde ese momento, empecé a sentir dolor ocular, sensación de mareo y náuseas, y también dolor de cabeza y jaquecas. En mi caso no puede decirse que estuviera sugestionado, porque no tenía ni la menor idea de esto.

    Sintiéndolo mucho ─el teléfono me encanta, en especial sus cámaras─, voy a devolverlo. La salud es una prioridad.

    • 1 septiembre 2024 at 14:57

      Poco a poco los fabricantes se van poniendo las pilas. Ojalá en un par de años ya no sea necesario hablar de esto porque todos los paneles sean libres de parpadeo.

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