¿Te pueden denunciar por publicar una mala opinión de un producto o servicio en Internet?
Una mujer de EE.UU.ha sido demandada por escribir una mala opinión sobre una empresa de reformas en Yelp, un directorio de restaurantes y empresas donde los usuarios pueden votar y opinar.
La compañíasolicita 750.000 dólares por daños y perjuicios ya que la acusada escribió que le habían cobrado por trabajo que no había hecho, le habían dañado su casa y le habían robado joyas. La compaña argumenta que siempre han tenido muy buena reputación y que esta opinión le ha hecho perder oportunidades de trabajo, ha dañado la imagen de la empresa y le ha provocado ansiedad y sufrimiento.
No se trata de la primera demanda por un comentario negativo en una web de opiniones como Yelp. Cada vez se dan más casos de empresas que interponen demandas contra quienes, en su opinión, están difamando a su empresa, por la gran repercusión que pueden tener. Un estudio de Harvard mostró que un incremento de 1 estrella en Yelp produce un incremento del 5-9% en los ingresos de la compañía.
Otro hecho que acentúa la importancia de tener una buena reputación online es que en muchas ocasiones ni siquiera es necesario que el usuario acceda a una de estas páginas, sino que una simple búsqueda en Google sobre el nombre de la empresa devuelve ya este tipo de resultados. Si el usuario se encuentra con una mala opinión, lo más probable es que opte por otra empresa.
Los bloggers tampoco estamos a salvo de ser juzgados. Recientemente en Estados Unidos una compañía ganó un juicio de 1,6 millones de dólares contra un blogger que acusó a dicha compañía de robar dinero. Este tipo de juicios son controvertidos ya que presentan un conflicto entre la expresión de opinión y la reputación online de una compañía. La libertad de expresión no permite la difamación, y dado que esta se debe basar en un afirmación falsa, la recomendación es siempre ajustarse a los hechos y a opiniones veraces.
Aunque estos casos puedan parecer algo extremos y propios de un paísdonde se puede demandar a un muerto, en España también tenemos casos similares. Si bien Ley de Decencia de las Telecomunicaciones (Communications Decency Act) de Estados Unidos protege a sitios como Yelp de los contenidos difamatorios que puedan publicar terceras partes, en España esto no parece ser así. En 2012 una sentencia de la Audiencia de Toledo condenó al administrador de un foro online como responsable civil por no impedir que se vertieran comentarios injuriosos sobre dos funcionarios públicos.
Esta semana también hemos vivido el caso de una mujer acusada de injuriar en Facebook al fotógrafo de su boda, donde expresó su malestar con el profesional por la calidad del trabajo, la tardanza en recibir el álbum, la falta de ciertas fotos que dijo haber concertado o el precio de hasta «150 euros» que le pidió por cada copia. El fotógrafo reclama una compensación de 4.500 euros por delito de injurias graves con publicidad, así como a que rectifiquen y paguen una campaña publicitaria a través de Google AdWords para restituir su honor.