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El iMac G3, lanzado en 1998, fue el primer ordenador fabricado en serie que abandonó el uso de disquetes de 3,5 pulgadas.
El resto de la industria le siguió poco después. En 2006, el disquete de 3,5 pulgadas era ya algo antiguo y, en 2015, estaba casi extinguido.
Hoy, aunque ningún dispositivo moderno ofrezca una unidad de disquete, sigue habiendo un mercado saludable para ellos.
Eye On Design ha hablado con Tom Persky, propietario de floppydisk.com, que se describe como el «último hombre en pie en el negocio de los disquetes».
Persky no tenía la intención de ser el último bastión para los que buscan hacerse con disquetes vírgenes. Simplemente, ha sobrevivido a sus competidores y hasta ha comprado algunos. Actualmente, tiene un inventario de unos 500.000 disquetes.
Al principio, comenzó duplicando disquetes, que era algo muy habitual en los años 80 y 90. Sin embargo, cuando el disquete dejó de utilizarse, encontró un nuevo mercado: la venta de discos vírgenes.
Después de que las grandes tiendas dejaran de distribuirlos, Persky se convirtió rápidamente en la persona de referencia para quienes querían hacerse con los discos.
«Así que aquí estoy, una pequeña empresa con un inventario de disquetes, y me encuentro con que soy un proveedor mundial de este producto», dice Persky. «Mi negocio, que solía ser un 90% de duplicación de CD y DVD, es ahora un 90% de venta de disquetes vírgenes. Me sorprende».
La página web de su tienda tiene un aspecto viejuno, como si los años no pasaran por su negocio.
Cuando la gente le pregunta por qué sigue en el negocio de la venta de disquetes, su respuesta es simple: «Porque olvidé salirme de este negocio.»
Actualmente, una parte importante de los clientes de Persky son aficionados, que a menudo compran un par de docenas de discos a la vez. Sin embargo, su mayor base de clientes actual son los usuarios industriales.
«Son personas que utilizan los disquetes como medio para introducir y sacar información de una máquina. Imagina que estamos en 1990 y que estás construyendo una gran máquina industrial de un tipo u otro», explica. «La diseñas para que dure 50 años y quieres utilizar la mejor tecnología disponible. En aquella época, esto era un disquete de 3,5 pulgadas».
Persky señala que muchos usuarios industriales están en la aviación y la industria médica.
Persky no cree que la demanda de disquetes vaya a desaparecer del todo, aunque no espera que tengan el mismo fervor que el vinilo.
El precio actual de los disquetes es de unos 15 dólares por un paquete de 10 sin usar, y de 50 dólares o más por un paquete de 50. Los disquetes reciclados pueden conseguirse por tan sólo 20 dólares por 50 discos.
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