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Hoy Samsung ha anunciado la llegada a España de los nuevos smartphones Galaxy A3 (2016) y Galaxy A5 (2016). Ambos terminales estarán disponibles a lo largo de esta misma semana a un precio de 299€ (Galaxy A3) y 429€ (Galaxy A5).
Desde ayer disponemos de un Galaxy A5 en Teknófilo y, aunque en unas escasas 24 horas no es posible hacer análisis completo, sí que hemos tenido tiempo de someterle a bastantes pruebas y hacernos una idea de su comportamiento.
Os traemos nuestras primeras impresiones para que vayáis abriendo boca.
Diseño
El teléfono combina de forma elegante un chasis de metal con dos cristales protegidos por Gorilla Glass 4, que cubren tanto el frontal como la cubierta trasera del dispositivo.
Los cristales frontal y trasero presentan una ligera curvatura en los bordes (2.5D), que no solamente cumple una función estética sino que además hace que se sienta muy suave al tacto cuando arrastramos el dedo por la superficie del teléfono.
Evidentemente el diseño del Galaxy A5 no es tan exquisito como el del Galaxy S6 edge, con la doble curvatura de su pantalla, pero nos parece bastante elegante.
La pantalla cuenta con unos marcos laterales bastante estrechos y, en general, consideramos que Samsung ha aprovechado bastante bien el espacio ya que los marcos por encima y por debajo de la pantalla son relativamente estrechos.
La cubierta trasera no es retirable, por lo que no tenemos acceso al interior del teléfono. Esto implica que la batería no es reemplazable, aunque a decir verdad cada vez hay menos teléfonos que ofrezcan esta característica.
En la parte de atrás encontramos la cámara principal, que sobresale muy ligeramente de la superficie del teléfono. El terminal en bastante delgado, ya que tiene solo 7.3 mm de grosor (el Galaxy S6 tiene un 6.8mm de grosor).
Pantalla
El Galaxy A5 (2016) posee una pantalla Super AMOLED con resolución Full HD (1920 x 1080). Esta resolución y tamaño de pantalla implican una elevada densidad de píxeles de 424 ppp.
Gracias a la elevada densidad de píxeles, los textos y los iconos se ven extremadamente nítidos. De hecho, cabe preguntarse si a día de hoy tiene sentido incorporar paneles con resoluciones superiores a Full HD en smartphones de este tamaño.
A fin de cuentas, cualquier pantalla con una densidad de píxeles por encima de 300 ppp garantiza que no es posible distinguir los píxeles individuales salvo que nos fijemos muy detenidamente. Además, el uso de paneles con densidades tan elevadas trae algunos inconvenientes ya que implican un mayor consumo de batería.
Para analizar la calidad de la pantalla hemos realizado diversas pruebas con el software profesional CalMAN Ultimate y un colorímetro X-Rite i1Display Pro.
Uno de los aspectos clave a la hora de analizar una pantalla AMOLED es el brillo, ya que generalmente este tipo de pantallas ofrecen un nivel de brillo máximo inferior a las pantallas LCD.
En el caso del Galaxy A5 (2016), el brillo máximo del teléfono se encuentra alrededor de 387 nits según nuestras propias mediciones.
Este es un valor adecuado, por encima de otros teléfonos con pantallas AMOLED que hemos probado, como el Lumia 950 (300 nits) o el OnePlus X (310 nits), pero por debajo de otros teléfonos de gama alta como el Samsung Galaxy S6 edge+ (500 nits).
Con el modo de color activo por defecto, Adaptive Display, la fidelidad de colores no es demasiado buena ya que la pantalla tiende a saturar los colores. El error medio resulta ser 6.3 dE (un valor por debajo de 4 dE se considera excelente y por encima de 9 se considera inaceptable), y el error máximo resulta ser de 14.1 dE, un valor bastante elevado.
Si activamos el modo de color Básico, los resultados mejoran significativamente. El error medio pasa a ser 1.6 dE, y el error máximo se reduce a 2.8 dE. Estos resultados son bastante buenos, lo que nos lleva a pensar que el modo de color por defecto desvirtúa los colores excesivamente incrementando su saturación. Ahora bien, hay muchos usuarios que prefieren colores intensos (e irreales) frente a colores que sean más realistas.
El color blanco presenta una temperatura de color de 7.732 ºK, bastante por encima del nivel de referencia de 6.500 ºK, lo que implica un cierto tono azulado que es apreciable en aplicaciones con fondo blanco, como el navegador, si tenemos al lado otra pantalla de referencia con la que comparar. El valor de gamma es excelente, 2,2.
El color negro es muy profundo, como era de esperar en una pantalla AMOLED, lo que implica que el contraste es muy elevado, teóricamente infinito. Esta hace que, por ejemplo, al ver una película, las franjas horizontales negras encima y debajo de la pantalla se ven completamente negras.
Los ángulos de visión son amplios y los colores no se ven alterados al observar la pantalla desde un ángulo.
Hardware
En el interior del Galaxy A5 (2016) encontramos un procesador de ocho núcleos a 1.6GHz.
Aunque Samsung no ha revelado qué chip en particular incorpora el Galaxy A5 (2016), las herramientas de análisis que hemos utilizado revelan que incorpora una CPU Exynos de la serie 7 con cuatro núcleos Cortex A53 y cuatro núcleos Cortex A57, y una GPU Mali T720.
Hemos sometido al Galaxy A5 a algunas pruebas de rendimiento para ver qué tal se comporta frente a otros teléfonos de gama alta.
En el benchmark AnTuTu v6 ha dado un resultado de 41.805 puntos, una puntuación relativamente alta aunque lejos de los teléfonos más potentes del momento.
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En el benchmark Geekbench ha conseguido 699/3626 puntos en las pruebas mono/multi-núcleo, que de nuevo son unos resultados bastante altos.
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El test de Javacript SunSpider 1.0 ha dado 1185 ms, un resultado sorprendentemente malo en comparación con otros teléfonos. Suponemos que hay algún problema al ejecutar este test.
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En el test de rendimiento general PCMark, ha obtenido una puntuación de 4.057 puntos, un valor que no destaca especialmente en comparación con otros terminales de gama alta pero tampoco está mal.
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El test 3DMark centrado en las capacidades gráficas del teléfono ha arrojado unos resultados bajos en comparación con otros teléfonos de gama alta, ya que su puntuación de 7.904 puntos en Ice Storm Unlimited.
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Por último, en el test gráfico GFXBench, el dispositivo ha obtenido de nuevo unos resultados bastante bajos en comparación con otros teléfonos de gama alta, como se puede apreciar en la gráfica.
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A la vista de los resultados de los benchmarks podemos concluir que el rendimiento general del teléfono está cerca de muchos teléfonos de gama alta, pero no llega al rendimiento de los teléfonos más potentes del momento.
En el aspecto gráfico, sin embargo, el Galaxy A5 (2016) queda bastante lejos de los teléfonos de gama alta con los que lo hemos comparado. Estos resultados no nos han sorprendido ya que incorpora una GPU de finales de 2013,que se ha visto ampliamente superada por nuevos modelos.
Dejando a un lado los benchmarks, en el tiempo que hemos estado probando el teléfono, este se ha comportado con gran fluidez. No hemos experimentado parones al utilizar aplicaciones habituales como Twitter, Facebook, WhatsApp, etc.
También hemos probado un juego 3D exigente como Asphalt 8, que por defecto se configura en el modo de calidad alta. El Galaxy A5 (2016) nos ha sorprendido muy gratamente ya que, a pesar de que su GPU no es la más potente, el juego se desenvuelve con mucha fluidez y no hemos notado pérdida de frames.
El Galaxy A5 (2016) cuenta con un almacenamiento de tan solo 16GB, que puede ser ampliado mediante tarjetas micro-SD de hasta 128GB.
Nos hubiera gustado que incorporase una capacidad de almacenamiento algo superior, ya que a día de hoy no todas las aplicaciones se pueden mover a la tarjeta micro-SD. Por suerte esto dejará de ser un problema cuando el teléfono reciba la actualización a Marshmallow, ya que será posible formatear la tarjeta micro-SD como almacenamiento interno.
En el aspecto de conectividad, el Galaxy A5 (2016) ofrece LTE/4G Cat. 6 (hasta 300 Mbps), Wi-Fi 802.11 a/b/g/n en la banda de 2.4 y 5GHz, NFC y Bluetooth 4.1. También cuenta con radio FM.
Un aspecto destacable del teléfono es que cuenta con una batería de 2.900 mAh que no puede reemplazarse. Se trata de una batería con un tamaño bastante aceptable.
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En la prueba de batería de PCMark, con la pantalla calibrada a 200 nits, el teléfono ha dado un espectacular resultado de 9 horas y 29 minutos. Este resultado está muy por encima de otros teléfonos que hemos probado y nos ha sorprendido gratamente.
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El Galaxy A5 (2016) cuenta con carga rápida, que esperamos poder probar a fondo en nuestro análisis detallado en unos días.
Por último, el Galaxy A5 (2016) cuenta con un lector de huella dactilar similar al que encontramos en los últimos teléfonos de Samsung, es decir, por contacto. En las pruebas que hemos realizado ha funcionado muy bien, identificando nuestra huella rápidamente y sin errores.
Interfaz y funcionalidades
En cuanto a las funcionalidades software, encontramos las habituales de la capa de personalización TouchWiz de Samsung:
- Control por movimientos y gestos: Smart Alert, Silencio y Desplazar palma para capturar
- Pago mediante Samsung Pay (aún no disponible en España)
- Download Booster para acelerar la descarga de ficheros grandes combinando WiFi y 3G/4G
- Efectos de sonido: Adapt Sound, SoundAlive+, Amplificador a válvula
- Gestor de temas
Samsung también ha incorporado sus aplicaciones más emblemáticas:
- S Health, para controlar nuestra salud y forma física
- S Voice, para acceder a funciones del teléfono mediante la voz
- Smart Manager, para gestionar y optimizar aspectos como la batería, el almacenamiento, la memoria RAM y la seguridad del dispositivo
- Galaxy Apps, para acceder a la Tienda de Apps de Samsung y descargar otras aplicaciones que Samsung ha dejado fuera.
Cámara de fotos
El Galaxy A5 (2016) cuenta con una cámara con un sensor de 13MP y una lente con apertura f/1.9, que además posee estabilización óptica. Esta cámara puede capturar vídeos 1080p a 30 fps.
Sobre el papel, estas características suenan bastante interesantes ya que no es habitual encontrar teléfonos de este rango de precio que incorporen una cámara tan completa.
En las fotos que hemos podido tomar durante estas primeras horas la cámara ha demostrado ser bastante capaz. Las imágenes con poca luz presentan un nivel de ruido bastante comedido, sin duda gracias a la estabilización óptica, y en condiciones de buena iluminación las imágenes captadas son nítidas.
Aquí podéis ver una galería de fotografías tomadas con el Galaxy A5 (2016):
La cámara frontal posee un sensor de 5MP con una lente que también tiene una apertura f/1.9, que permite tomar buenos selfies. A continuación podéis ver un selfie captado con la cámara del Galaxy A5.
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Por último, uno de los atajos más útiles del Galaxy A5 es que basta con pulsar dos veces rápidamente el botón de Inicio para que se abra la cámara en menos de un segundo.
Conclusiones
Aunque todavía no hemos tenido tiempo de someter al Galaxy A5 (2016) a la batería de pruebas que llevamos a cabo en nuestros análisis a fondo, hemos pasado suficiente tiempo con él como para hacernos una buena idea del terminal.
El Galaxy A5 (2016) cuenta con un diseño atractivo, gracias a una construcción basada en materiales sofisticados como el metal y el cristal. Afortunadamente quedan ya lejos los tiempos en los que Samsung hacía uso de plástico incluso en sus terminales de gama alta.
El aspecto del Galaxy A5 (2016) es muy parecido al del Galaxy S6, lo cual para muchos usuarios puede ser algo positivo, ya que este era un terminal bastante atractivo, pero quizás haya otros que hubieran preferido un diseño algo más original.
La pantalla del teléfono ofrece una calidad excelente: una imagen muy nítida, unos colores muy vivos (quizás demasiado saturados para los más puristas en el modo de pantalla activado por defecto), un color negro profundo, y unos ángulos de visión amplios. Un aspecto mejorable es el brillo máximo, que se encuentra algo por debajo de otros teléfonos de gama alta.
El rendimiento del teléfono es muy bueno, y tanto en los benchmarks como en el uso diario el teléfono se desenvuelve con total fluidez, ofreciendo una experiencia similar a la que encontramos en teléfonos de gama alta de un precio superior.
En el aspecto gráfico el Galaxy A5 (2016) flojea, al menos en los benchmarks, ya que incorpora una GPU algo antigua.En juegos como Asphalt 8 no hemos tenido problemas pero es posible que en el futuro tengamos alguna dificultad para mover juegos 3D exigentes con fluidez.
La batería de 2.900 mAh debería ser más que suficiente para garantizar muchas horas de autonomía y, de hecho en nuestras pruebas de autonomía ha demostrado ser un auténtico campeón, por encima del resto de teléfonos con el que lo hemos comparado. Además incorpora carga rápida, algo que vendrá muy bien a muchos usuarios.
El Galaxy A9 (2016) llega con Android 5.1.1 Lollipop, lo cual resulta un poco decepcionante teniendo en cuenta que otros teléfonos que fueron anunciados varias semanas antes, como el HTC One A9, llegaron con Android 6 Marshmallow de fábrica. Esperamos que Samsung actualice pronto el terminal a la última versión de Android, aunque posiblemente esto no ocurrirá hasta que llegue el Galaxy S7.
Por último, la cámara de fotos ofrece una buena calidad de imagen en las primeras pruebas que hemos llevado a cabo. Su elevada resolución unida a la estabilización óptica y a la apertura de f/1.9 son buenas garantías de nitidez y de ruido contenido incluso en condiciones de poca luz.
En resumen, el Galaxy A5 (2016) es un teléfono muy interesante, con un aspecto atractivo, un rendimiento muy adecuado y una autonomía elevada, que nos ha dejado un buen sabor de boca. En unas semanas publicaremos un análisis detallado en el que profundizaremos en todos estos aspectos, así que si queréis saber más sobre este teléfono, estad atentos a esta página.
