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El presidente Donald Trump ha extendido hasta 2021 la prohibición que impide a las empresas estadounidenses utilizar equipos de telecomunicaciones fabricados por grupos que podrían suponer un riesgo para la seguridad nacional.
Trump invocó la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional para extender la prohibición que se puso en marcha en mayo de 2019.
En la orden original, Trump citó el riesgo de sabotaje de las comunicaciones, los riesgos generales para la seguridad nacional, el riesgo para la infraestructura y los riesgos para la economía digital. Como consecuencia, prohibió a las empresas estadounidenses hacer negocios con Huawei.
Desde que se emitió la orden en mayo de 2019, la prohibición total todavía no ha entrado en vigor. Si bien Huawei no ha podido trabajar con empresas como Google en nuevos dispositivos, la empresa ha obtenido una serie de licencias generales temporales del Departamento de Comercio que le han permitido seguir dando soporte al hardware existente con actualizaciones de software.
Esa situación podría cambiar: después de recibir extensiones en mayo, agosto, noviembre y marzo, la última extensión de 45 días del acuerdo de licencia temporal está a punto de expirar el 15 de mayo. Ni Huawei ni el Departamento de Comercio han indicado aún si se concederá otra prórroga de la licencia temporal.
Recientemente, la compañía ha relanzado smartphones antiguos como el Huawei P30 Pro para poder ofrecer los servicios de Google, pero no podrá seguir utilizando esta táctica por mucho tiempo dado que el hardware de los dispositivos estará pronto obsoleto.
La prohibición de Huawei no es sólo mala para la compañía, sino que es mala para Android en general ya que la compañía china es una de las más innovadoras en lo que fotografía móvil se refiere.