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Twitter ahora prohíbe los enlaces que llevan a otras plataformas sociales como Facebook e Instagram, pero permitirá que existan en los anuncios.
En el último capítulo de cambios de la política de Twitter, la red de microblogging ha hecho más difícil que los usuarios se sientan atraídos por otras plataformas sociales. La nueva «política de promoción de plataformas sociales alternativas» prohíbe a los usuarios incluir enlaces a una serie de otras plataformas desde su cuenta de Twitter.
«Twitter ya no permitirá la promoción gratuita de plataformas de medios sociales específicas en Twitter», afirma la política.
Según esta política, los tuits y las cuentas de usuario no podrán incluir enlaces a otras plataformas, y Twitter eliminará «cualquier promoción gratuita» que considere oportuna.
La lista de plataformas prohibidas incluye Facebook, Instagram, Mastodon, Truth Social, Tribel, Post y Nostr. La política también prohíbe los agregadores de enlaces a redes sociales de terceros, como lnk.bio y linktr.ee.
Según las nuevas normas, los usuarios tampoco pueden proporcionar un nombre de usuario en otras plataformas sin incluir la URL. Por ejemplo, no se puede publicar «sígueme @nombredeusuario en Instagram».
Twitter admite que esto significa que las cuentas utilizadas para promocionar contenidos en otras plataformas sociales pueden ser suspendidas como parte del cambio. Los intentos de eludir la norma, por ejemplo utilizando acortadores de enlaces u otros medios, también infringirán la política.
En una sección que define lo que no infringe la política, Twitter explica que seguirá permitiendo a los usuarios «publicar contenido en Twitter desde estas plataformas» en forma de publicación cruzada.
Tampoco se infringe la política si se está dispuesto a gastar dinero, ya que Twitter «permitirá la publicidad/promoción de pago para cualquiera de las plataformas de medios sociales prohibidas».
Las cuentas que infrinjan la política pueden ser bloqueadas temporalmente hasta que se elimine el tuit. Sin embargo, las infracciones posteriores se enfrentan a la amenaza de una «suspensión permanente».