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Xiaomi está trabajando nuevamente en el desarrollo de un procesador propio para sus smartphones, lo que marca un regreso a sus esfuerzos por crear sus propias soluciones en este ámbito.
Según informes recientes, la compañía ha establecido una colaboración con Unisoc, un conocido fabricante chino de semiconductores, para desarrollar su próximo procesador. Se espera que este nuevo chipset vea la luz en la primera mitad de 2025, según información compartida por el tipster Yogesh Brar.
El nuevo procesador de Xiaomi estará basado en la tecnología de fabricación N4P de TSMC, que, aunque no es la más avanzada, ha demostrado ser confiable. Este chipset ofrecerá un rendimiento comparable al del Qualcomm Snapdragon 8 Gen 1, un procesador que encontramos en muchos dispositivos insignia en 2021 y 2022.
Además, el nuevo chip de Xiaomi integrará un módem 5G de Unisoc, lo que indica que la conectividad será uno de sus puntos fuertes.
Aún no se ha revelado el nombre oficial de este nuevo procesador personalizado de Xiaomi, pero se espera que la compañía proporcione más detalles en los próximos meses.
Un procesador para la gama media
Si bien el nuevo SoC de Xiaomi ofrecerá un rendimiento sólido, es probable que se utilice en dispositivos de gama media, en lugar de en los modelos insignia de la marca. Al emplear el proceso N4P de 4nm de TSMC, que ya está un paso por detrás de los próximos Snapdragon 8 Gen 4 y Dimensity 9400, el nuevo chipset de Xiaomi competirá en un segmento diferente al de los procesadores más avanzados del mercado.
Este no es el primer intento de Xiaomi en crear sus propios procesadores. En 2017, la compañía lanzó el Xiaomi Mi 5c con su procesador interno Surge S1. Sin embargo, los planes para su sucesor, el Surge S2, se abandonaron en 2022 debido a los elevados costos de producción.
Dada la continua escalada en los precios de los chipsets, tiene sentido que Xiaomi retome el desarrollo de soluciones internas que le permitan reducir costos y tener un mayor control sobre su hardware.
La apuesta por desarrollar un SoC propio no solo refuerza su independencia tecnológica, sino que también podría traducirse en dispositivos más accesibles y personalizados para las necesidades de sus usuarios. La clave estará en cómo Xiaomi aprovecha esta tecnología en sus futuros modelos y si logra posicionarse competitivamente en un mercado dominado por gigantes como Qualcomm y MediaTek.