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En 1998, seis años antes de que Sony lanzara su consola PlayStation con unidad de disco, Nintendo y Sony se asociaron para desarrollar una consola compatible con los cartuchos de Nintendo pero también con una unidad de disco.
Esta consola comparte algunas similitudes exteriores con la Super Nintendo y la Sony PlayStation, pero tiene sus propias características únicas. No sólo tiene una ranura para cartuchos de Super Nintendo, sino también una unidad de CD-ROM que fue diseñada para reproducir música y jugar a videojuegos.
En CES 1992, Sony anunció el accesorio Nintendo PlayStation pero se llevó una desagradable sorpresa ya que Nintendo también se había asociado con Philips, aunque no salió nada interesante de esta colaboración.
La relación entre Sony y Nintendo pronto se rompió y la consola Nintendo PlayStation nunca se llegó a comercializar. Las unidades que se habían distribuido a los desarrolladores pronto se convirtieron en rarezas, hasta el punto de que cuando se descubrió una en una subasta por bancarrota en 2015, se pensó que era la única superviviviente.
Ahora una consola idéntica está siendo subastada y, dado el interés histórico que despierta, las pujas están alcanzado valores estratosféricos. En el momento de escribir este artículo, la puja más alta supera los 350.000 dólares.
Lo más interesante es que detrás de esta puja hay una persona conocida en el mundo de los videojuegos: Palmer Luckey, fundador de Oculus.
Palmer Luckey publicó ayer un tweet en el que afirmaba que la puja más alta era suya y preguntaba quiénes eran los otros «chiflados» que estaban pujando contra él. Al ser preguntado sobre por qué estaba pujando, respondió que su intención era digitalizar y preservar los sistemas de videojuegos más antiguos en Realidad Virtual, para que en el futuro sea posible jugar a antiguos juegos y consolas en un entorno virtual.
Ante esta respuesta, algunas personas en Twitter le han recordado que ya existen los museos para ese fin, que son lugares mucho más apropiados para una pieza histórica que una colección particular. Luckey ha respondido que «ha hecho más para preservar los videojuegos que casi cualquiera, a menudo por encima de los estándares de cualquier institución conocida.»
Así que ya sabes, si tienes más de 350.000 dólares para gastar en una consola de antaño, puedes hacer historia y arrebatársela al fundador de Oculus.