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ZTE está en un momento delicado ya que se encuentra disfrutando de un aplazamiento temporal de la prohibición que le impedirá comprar componentes de fabricantes estadounidenses durante siete años.
Por ello, en un intento por satisfacer a los reguladores de EE.UU., la compañía ha despedido a todos sus altos directivos, incluyendo el Director Ejecutivo (CEO), Director Financiero (CFO), Director de Tecnología (CTO) y otros.
Hace unas horas, ZTE ha anunciado la nueva junta directiva, encabezada por Xu Ziyang, que hasta ahora ostentaba el cargo de director ejecutivo de ZTE para Europa y que ahora se convierte en el CEO de la compañía..
Además de nombrar a un nuevo Director Ejecutivo, ZTE también nombró a otras tres personas como los nuevos vicepresidentes ejecutivos, y a una cuarta persona como el nuevo Director Financiero de la compañía.
La explicación de esta renovación de la junta directiva es que, al reemplazar la cúpula de ZTE, la compañía ya no tendría vínculos con los responsables de violar las sanciones de Estados Unidos contra Irán, que fue el delito original que metió a ZTE en todo el embrollo en el que se encuentra inmerso.
Sin embargo, muchos temen que incluso con todos estos cambios, nada cambiará. Derek Scissors del American Enterprise Institute, un think tank con sede en Washington D.C., afirma que «la entidad controladora aquí es el gobierno chino, no es quien está en la junta».
Incluso si ZTE consigue evitar nuevos castigos por parte del Departamento del Congreso, la compañía ya ha sufrido grandes pérdidas. Las acciones han caído más del 50 por ciento desde principios de junio, por lo que ZTE tiene por delante un camino largo y difícil hacia la recuperación.